Viñedo único que abraza las montañas del Hotel Potrerillos. Allí es donde la familia Porreta, pionera en cultivar uvas desde hace más de 15 años, crea esta etiqueta. Un lugar especial, a 69 kilómetros de Mendoza Capital, donde las vides se elevan desde los 1.435 hasta los 2.000 metros, con una amplitud térmica de 20 grados y un suelo ideal para la creación de vinazos. 

Elegimos esta etiqueta ya que logra expresar de manera fiel las características de la uva Cabernet Franc. Fácil de beber, amable en boca, sedoso, aterciopelado y elegante (redondo, donde todos los elementos son equilibrados). Podés encontrarle notas sutiles especiadas y herbales, frutas rojas y flores. Comenzando por la base de buena calidad de fruta en el viñedo, este perfil frutal y sutil se logra gracias al aporte de paso por barricas de tercer a cuarto uso, para que el líquido sagrado se relaje y pierda su crudeza. 

Ideal para sabores ahumados y jugosos, cortes a la parri, entraña, vacío también para cenas relajadas como pollo al horno con papas y especias. Con pastas, es amante de las salsas rojas, tomate, boloñesa, con los ñoquis del 29 ☺. Raviolones o sorrentinos de carne, ya que los rellenos deberían ser intensos. Los sabores acaramelados irán muy bien, como verduras asadas o al horno. Se viene el calor, pero si todavía estás para un puchero o un guiso, sería genial, por la complejidad. Team comidas frescas, ensaladas con queso roquefort.
En resumen, es bastante versátil, pero siempre trata de buscar platos algo más especiados y con potencia media.