Frutado, suave, ligero, ideal para un almuerzo de domingo caluroso. Predominan sabores frutales como la cereza, la frambuesa, leve dejo terroso (típico de esta uva) y una acidez equilibrada para ser un Pinot Noir. Súper tomable.
El maridaje se acompaña con comidas frescas, para todos los días con tartas de espinaca y verduras, pastas con ricota y salsas blancas o rosas, comidas a bases de hongos, pollo al horno, pizzas de cuatro quesos y hamburguesas. También sigue la línea de los vinos versátiles.