Cepa no tradicional, de origen Italiano con muy pocas hectáreas plantadas en nuestro país. En este caso reivindicamos un terroir Mendocino diferente, Lavalle, al Norte de la Capital de Mendoza. Rico y diferente. Rara virtud de ser intenso y a la vez sutil. De cuerpo medio, algo más que un Pinot Noir, pero con un poquito más de taninos (esa sensación que te hace secar la boca). Final de medio a largo (el tiempo perdura el vino en la garganta luego de tragarlo). En boca y nariz podés encontrarle frutos rojos, notas dulces como pasas de uva, flores y especies. Solo tres meses de paso por barrica, por eso los toques avainillados.
Abrilo un ratito antes de tomarlo, porque es muy característico de esta cepa que al principio parezca algo rústico y luego se vaya apaciguando.
Maridaje ideal: pizza, con salsa roja y jamón. Comida de todos los días como tarta de jamón y queso o costillas con bbq.