Despelote de fruta roja, un chupetin de esos de nuestra niñez hecho vino. La familia Niven son buscadores de originalidad y están llevando adelante un movimiento global hacia vinos patrimoniales, que hablen de un lugar y cuyo estilo y sabor no estén en el resto del mundo. Sabores únicos e irrepetibles, y es allí en donde las Criollas explotan su atractivo. Se trata de las variedades de uva que se formaron en territorio americano por cruzamientos con otras Europeas, luego entre sí y así sucesivamente. Etiqueta de estilo joven, esas que te sacan la sed, perfumada, ideal para paladares exploradores como los nuestros. Los Niven poseen variedad de criollas en su vitrina y esta seria como su alta gama ya que tiene paso por barricas con varios usos ya por 10 meses, logrando ese peso en boca que vas a encontrarle en relación con otras criollas. Tómalo bien fresco, de heladera, ideal para compartir en las fiestas con  aquellos que recién se están iniciando en el mundo del vino o que incluso con esta copa pueden dar su primeros pasos y también con tu abuelo, porque seguramente le hará acordar a aquellos vinos que tomaba hace años.