Notas de cata: un vino fresco, frutal, muy aromático, ideal para comida de todos los días.

Entre Ríos es una de las zonas vitivinícolas más antiguas de nuestro país, ya que los inmigrantes llegaban navegando por el Río de La Plata, trayendo consigo las vides de sus tierras natales y conocimientos para la elaboración. En 1891 supo ser la tercera provincia productora de vinos. Lo triste sucedió en 1935 cuando fue sancionada la Ley de Justo, donde cambia la concepción del país, se propone una economía regionalista. Algo así como cada zapatero en su zapato, a los únicos que se les permite plantar uva era a la región de Cuyo. Algunas provincias no le hicieron caso y otras sí. Entre Ríos cancela su producción, incluso se cuenta que los inspectores rompían las plantas e incluso pinchaban los tanques vertiendo todo el líquido sagrado. La Ley fue derogada en 1993 y a partir de allí el crecimiento es constante, actualmente contamos con 23 bodegas, siendo la mayoría pequeños proyectos familiares.

Bodega Alonso Sáenz, de Arroyo Barú, Entre Ríos, posee 5000 plantas, se trata de una empresa agropecuaria, durante el 2016 Gonzalo, su dueño, se le ocurre plantar vid para producción de la familia. Con la mente agropecuaria extensiva plantó demasiado y resultó que la uva se dió muy bien. Así se armó una bodega, se plantó el doble y cada vez está creciendo más este proyecto enológico y ecoturístico.